¿Cómo se puede apoyar la función hepática de forma natural?
CONTENIDO
- Información básica sobre el hígado
- Las mayores amenazas para su hígado
- Señales de que su hígado no está funcionando al máximo
- ¿Cómo se puede apoyar el trabajo del hígado?
- Agua
- Colina y fosfolípidos
- Hierbas que apoyan el trabajo del hígado
- Otros productos que apoyan el trabajo del hígado
- Resumen
Se podría decir que no hay órganos más importantes que otros. Todos son muy importantes para mantener la salud a lo largo de los años. Su estado y cómo los tratamos tiene una gran influencia en su función. Esto puede manifestarse tanto en forma de diversas molestias como en el correcto funcionamiento de los órganos durante un período muy largo y a pesar del paso de los años. Por eso, la alimentación y el estilo de vida adecuados son tan importantes. En este artículo nos centramos en el hígado y en cómo cuidarlo de manera natural.
Información básica sobre el hígado
Nuestro hígado es uno de los órganos más grandes de nuestro cuerpo y cumple una serie de funciones vitales. Es una glándula. El peso del hígado varía en un adulto según el sexo y la edad entre 1300-1700 gramos. Forma parte del sistema digestivo y se encuentra debajo del diafragma, limitando por abajo con el intestino y el estómago. Además, muestra la capacidad de regenerarse después de daños graves y extensos. El hígado está indisolublemente ligado a funciones digestivas, metabólicas y de almacenamiento. Sus tareas más importantes son sin duda la síntesis de bilis, factores de coagulación sanguínea, colesterol y triglicéridos, así como de enzimas y aminoácidos. Además, es enormemente importante para nuestro metabolismo. Se puede asociar inmediatamente con la metabolización del etanol a acetaldehído, que por cierto es responsable de la popular resaca, pero no solo eso. El hígado convierte carbohidratos complejos en glucosa fácilmente digerible y el exceso se almacena como glucógeno o grasa. También metaboliza aminoácidos y purinas. El hígado también descompone los glóbulos rojos muertos. También puede almacenar algunas sustancias. Se trata de hierro, vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y pequeñas cantidades de vitamina C y B12. El hígado también funciona como filtro. La sangre que lo atraviesa se limpia de varios productos del metabolismo celular. Cabe mencionar que todos los principios activos que, por ejemplo, están contenidos en medicamentos o productos de consumo y entran al cuerpo a través del tracto digestivo, también se descomponen en él. Un dato interesante también puede ser el hecho de que cumple varias funciones no evidentes. Regula la temperatura corporal y amortigua el nivel de glucosa en sangre. En el feto, sin embargo, también desempeña un papel hematopoyético.
Las mayores amenazas para su hígado
Dado que acabamos de mencionar para qué procesos en nuestro cuerpo es responsable el hígado, pasamos a los riesgos. No es un secreto que, debido a su función de desintoxicación, es muy susceptible a daños por diversos estimulantes. El alcohol y el tabaco están entre los mayores destructores de nuestro hígado. Con dosis muy pequeñas, por supuesto, lo maneja sin problemas, pero generalmente no se queda en eso. Estos estimulantes son muy dañinos porque el hígado tiene que trabajar mucho para neutralizarlos y convertirlos en sustancias químicas menos tóxicas, que luego se eliminan del cuerpo. Algo similar ocurre con varios medicamentos, que en su mayoría son metabolizados por este órgano. Por lo tanto, no lo exagere, especialmente con medicamentos que se usan ad hoc. Hablamos de todo tipo de analgésicos, y la combinación con alcohol es una mezcla mortal para el hígado. También vale la pena mencionar el exceso de azúcar en la dieta. También es dañino para el hígado, ya que es responsable de su metabolismo. Grandes cantidades de azúcares simples, pero también de edulcorantes, pueden afectar su trabajo y capacidad de regeneración. Especialmente peligroso es el jarabe de glucosa-fructosa, que es un ingrediente popular en bebidas dulces, pero también en galletas de todo tipo, barras y ositos de goma. También son dignos de mención los populares potenciadores del sabor glutamato monosódico y la sal misma. Su exceso en la dieta también afecta negativamente la función hepática. Lo mismo ocurre con el procesamiento de alimentos. Porque los alimentos altamente procesados y la comida rápida popular, así como en general los alimentos con alto contenido de grasa, sobrecargan el hígado. También vale la pena prestar atención al método de tratamiento térmico. Lo mejor es elegir cocinar, cocer al vapor, hornear o guisar. Freír, especialmente en grasa profunda, es mejor limitarlo al mínimo.
Señales de que su hígado no está funcionando al máximo
El hígado debe cuidarse, incluso si no muestra síntomas. Sin embargo, es aún más importante ocuparse de él cuando observamos síntomas de un trastorno en su funcionamiento. El síntoma básico son dolores punzantes a la derecha bajo las costillas o molestias en el sistema digestivo. Hablamos de hinchazón, estreñimiento, diarrea y un sabor amargo característico en la boca. También pueden aparecer cambios de naturaleza dermatológica, que se manifiestan por una coloración amarilla en la parte inferior de la lengua, verrugas o una sensación de frío y humedad en la piel. Por ejemplo, también podemos mencionar fatiga constante, presión arterial alta y cambios de humor. Las enfermedades hepáticas pueden manifestarse de muchas maneras, ya que controlan los enormes procesos en nuestro cuerpo. También es importante destacar que el hígado no tiene inervación sensorial, por lo que normalmente no muestra signos de dolor, lo que no impide que nos recuerde su existencia de diversas maneras.
¿Cómo se puede apoyar el trabajo del hígado?
La forma más sencilla de decirlo es no añadir trabajo a nuestro hígado. Esto implica limitar el consumo de todos aquellos productos que no son beneficiosos para la salud y el buen funcionamiento. Sin embargo, no siempre podemos eliminar todo. Por ejemplo, es difícil dejar de tomar medicamentos que se consumen de forma continua de repente. Por lo tanto, vale la pena apoyar su trabajo consumiendo productos que tengan un efecto positivo sobre él. La pregunta es, entonces, ¿qué se debe comer para ayudarlo?
Agua
Sí, no es una broma. El agua es importante para todo el cuerpo, pero también para el hígado. Es el medio de casi todas las reacciones químicas que ocurren en nuestro cuerpo. Además, apoya y acelera el proceso de desintoxicación y al mismo tiempo asegura una hidratación adecuada. Para apoyar la función hepática de esta manera, se recomienda beber aproximadamente 3 litros de agua al día. Puede añadir limón, lo que acelera adicionalmente la producción de enzimas hepáticas.
Colina y fosfolípidos
Colina es una de las sustancias principales responsables del buen funcionamiento del hígado. Proporciona a los hepatocitos, es decir, las células que constituyen en gran parte el hígado, la estructura adecuada. La colina también se encuentra en los fosfolípidos, presentes por ejemplo en la soja. Por lo tanto, se recomienda consumir productos de soja para suministrar colina al cuerpo. También puede complementar este nutriente en forma de diversas cápsulas o aceites. Los propios fosfolípidos también tienen un efecto protector sobre nuestro hígado.
Hierbas que apoyan el trabajo del hígado
La galaxia de hierbas y plantas que pueden ayudarnos en el cuidado de este órgano tan importante es bastante amplia. El cardo mariano sin duda forma parte de ella. La silimarina que contiene tiene un efecto colagogo y estimula la producción de bilis, lo que además protege a los hepatocitos. También es digno de mención el alcaucil común. Es muy utilizado en la cocina, pero además del sabor ofrece muchos principios activos. Estos actúan como antioxidantes y depurativos. Su efecto consiste en apoyar la regeneración hepática y eliminar los radicales libres de oxígeno que pueden dañar el hígado. Por otro lado, la ortiga además de su efecto protector contribuye a mantener un nivel normal de colesterol en la sangre. De las otras hierbas también podemos mencionar el acebo paraguayo, la celidonia y la achicoria. Su efecto también consiste en promover la regeneración de este órgano, pero también en prevenir su fibrosis.
Otros productos que apoyan el trabajo del hígado
Una alimentación depurativa también es buena para el hígado. Se basa en frutas frescas frutas y verduras, así como en productos ricos en fibra. En general, todas las verduras verdes son saludables para el hígado, pero también las remolachas, zanahorias, tomates e incluso las patatas. Los productos ricos en fibra son principalmente pan negro, sémola, arroz, salvado y copos de avena. También vale la pena incluir todo tipo de nueces y semillas en este tipo de alimentación. También hay especias populares que tienen un efecto colerético. Se trata de tomillo, mejorana, comino y orégano. Además de su brillante aroma, vale la pena considerar su uso para apoyar el funcionamiento de este órgano.
Resumen
Un hígado sano es una parte esencial de un cuerpo que funciona bien. Soporta mucho y nos perdona diversos errores alimenticios. Sin embargo, vale la pena apoyar su trabajo y prevenir sus enfermedades. Seamos conscientes de que prevenir es mucho mejor que curar, y este artículo fue creado con ese propósito. Podemos apoyar el trabajo del hígado de muchas maneras, y una de ellas no contribuirá a su trabajo. En general, una alimentación saludable también es beneficiosa para este órgano. Sin embargo, con la edad, está sujeta a procesos naturales de deterioro y vale la pena apoyar su trabajo mediante el consumo o la suplementación con productos que le sean beneficiosos.
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