Hierbas secas o... – ¿cuál se debe elegir?
CONTENIDO
- ¿Qué son exactamente las hierbas?
- Formas de presentación de hierbas y especias
- ¿Qué tipo de hierbas debo usar?
- Hierbas para sazonar platos: ¿en qué forma?
- ¿En qué forma son las hierbas más saludables?
- Hierbas para diversas dolencias
- Contraindicaciones para el uso de hierbas
- Resumen
Entre las numerosas hierbas que están disponibles en el mercado, pero también en el jardín de casa, uno puede sentirse abrumado. Se supone que las hierbas frescas son mucho más valiosas para nuestro cuerpo. Esta declaración de verdad no puede ser negada. Pero analicemos este tema más de cerca. No todo en la vida es siempre blanco o negro. También las hierbas y especias guardan muchos secretos y pueden ser una gran sorpresa para algunos, después de conocerlas mejor. ¿Sabía que el popular orégano en realidad se llama mejorana y está estrechamente relacionado con la mejorana? No sé de dónde viene el orégano y este nombre se mantuvo con nosotros por más tiempo.
¿Qué son exactamente las hierbas?
La definición de hierbas no es única. El método más aceptado consiste en tratarlas como plantas, ya que en su composición contienen sustancias que influyen en el metabolismo y la función del cuerpo. Se trata de especies medicinales, especias y venenosas. Este grupo incluye principalmente plantas herbáceas anuales y bienales, pero también árboles, arbustos, verduras y plantas perennes. Algunos hongos también están incluidos. Las hierbas se utilizan en la fitoterapia, la aromaterapia y como especias. Antiguamente, se obtenían prácticamente al 100 % de fuentes naturales, lo que lamentablemente era un problema. Hoy en día, sin embargo, se han convertido en plantas que se cultivan a gran escala. Un dato interesante podría ser que Polonia es responsable de casi el 20 % de la producción mundial de hierbas y especias.
Formas de presentación de hierbas y especias
Las hierbas secas son, por supuesto, las más comunes. Esto se debe a las ventajas de esta forma. En primer lugar, facilita considerablemente el almacenamiento y el transporte. Además, en esta forma, incluso una pequeña cantidad en un cuenco o infusión es muy notable. El proceso de secado en sí es bastante simple y eficiente. Durante este proceso, las plantas herbáceas pierden casi el 90 por ciento de su agua. Esto evita que se pudran y las hace más resistentes a infecciones por hongos o microorganismos. En la industria, también pueden fijarse con la ayuda de elementos radiactivos. Esto es especialmente cierto para las especias. Este método se llama fijación por radiación. ¿Suena peligroso? Por supuesto, no hay nada que temer. En este proceso, las hierbas y especias secas se irradian con luz, por ejemplo, con isótopos de cobalto. Después de este tratamiento, la vida útil se prolonga considerablemente, pero también eliminamos microorganismos que pueden causar un deterioro acelerado del producto.
Luego tenemos hierbas frescas. En la gran mayoría, tienen el mayor efecto beneficioso para la salud del cuerpo. La desventaja es su durabilidad, ya que no son adecuadas para almacenamiento a largo plazo. La respuesta a este hecho podría ser congelarlas. Esta es una forma ventajosa de almacenarlas, ya que en este proceso casi no pierden sus propiedades beneficiosas. Algunas de ellas, por ejemplo, eneldo o perejil, se pueden usar mucho más fácilmente después.
También podemos distinguir todo tipo de hierbas encurtidas, maceradas o en aceite. Se trata de una forma de conservación a largo plazo que permite un almacenamiento prolongado. En este sentido, pierden mucho menos sus propiedades que al secarlas. Podemos distinguir entre infusión e extracto. En la primera forma, se vierte aceite o aceite de oliva sobre las hierbas trituradas y se deja reposar durante 14 días. Después de este tiempo, obtenemos un líquido aromatizado que podemos usar como condimento o, por ejemplo, para frotar. Algo similar ocurre con el extracto, solo que aquí el disolvente es alcohol etílico concentrado.
¿Qué tipo de hierbas debo usar?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla. Todo depende de lo que esperemos de las hierbas y especias utilizadas. Será más fácil sistematizarlo en función de la forma utilizable. Distingamos las hierbas para sazonar platos que contienen el mayor valor nutritivo y que son adecuadas para diversas dolencias.
Hierbas para sazonar platos: ¿en qué forma?
Las hierbas frescas son mucho más aromáticas que las secas, por lo que vale la pena tenerlas en la cocina, pero todo depende del almacenamiento. Por ejemplo, una maceta con una hierba fresca comprada en el supermercado no será más aromática que su equivalente correctamente seco. Por supuesto, las hierbas frescas también contienen muchos otros compuestos beneficiosos para la salud, pero esto puede cambiar si se añaden a platos calientes. La pérdida de nutrientes de las hierbas y especias frescas bajo la influencia de altas temperaturas es realmente grande. Si decidimos usarlas, vale la pena añadirlas al final del proceso de cocción o justo antes de servir. Esto aplica, por ejemplo, al perejil, eneldo, albahaca o el popular orégano. Estas pérdidas aún ocurren, pero no en la misma medida que al añadirlas a una sopa hirviendo. Por eso, las hierbas secas o congeladas han encontrado un uso mucho mayor en la cocina que las frescas. Se sabe que todo depende de las preferencias, y seguramente habrá quienes eviten lo que parece estar seco como la peste. Cabe destacar que estas últimas son mucho más concentradas. Por lo tanto, a diferencia de las especias y hierbas frescas, se debe añadir aproximadamente la mitad. En el caso de hierbas importadas, la situación cambia drásticamente. Entonces, este dilema desaparece de facto. Con especias de países lejanos, dependemos de las secas, ya que las especias frescas no podrían soportar las dificultades de un viaje tan largo.
¿En qué forma son las hierbas más saludables?
En este caso, la respuesta es clara. Las hierbas frescas tienen el efecto más beneficioso en nuestro cuerpo. Contienen muchos aceites esenciales, además son ricas en flavonoides, beta-caroteno, vitaminas del grupo B, vitamina C y minerales. Enriquecen el sabor y el aroma de los alimentos, regulan el funcionamiento del sistema digestivo, apoyan el metabolismo y facilitan la digestión. Los antioxidantes presentes en las hierbas tienen propiedades antiinflamatorias y antialérgicas. También tienen un efecto conservante. Por eso se añaden con gusto a pepinillos en vinagre, col, pero también a champiñones marinados. Las hierbas frescas también son una decoración interesante para la cocina. Puedes cultivar hierbas tú mismo sin mucho esfuerzo. Solo necesitas semillas y una maceta pequeña. También puedes comprar hierbas ya listas, de las que solo tendrás que cuidar después.
Hierbas para diversas dolencias
Gracias a su contenido en tantos ingredientes beneficiosos para la salud, también se utilizan en la medicina. En infusiones o inhalaciones, las hierbas frescas y secas funcionan mejor. ¿Quién de nosotros no ha bebido nunca una infusión de menta seca, manzanilla o salvia? También pueden ser un sustituto interesante para los ambientadores o usarse en aromaterapia. Solo unas pocas gotas de aceite esencial o extractos de hierbas son suficientes para llenar su hogar con una variedad de aromas agradables.
Las hierbas enriquecidas con aceite o alcohol se utilizan como loción para frotar áreas doloridas. También pueden aliviar inflamaciones en músculos y articulaciones. Tienen un efecto calmante, relajante y ayudan a relajarse más rápidamente. De cierta manera, también pueden influir positivamente en un sueño reparador y ayudar a conciliar el sueño.
Contraindicaciones para el uso de hierbas
Hierbas y especias en pequeñas dosis son relativamente seguras. Sin embargo, existen diferentes condiciones corporales y enfermedades en las que es mejor no abusar de ellas. Las personas con enfermedades renales y hepáticas deben tener precaución. Demasiadas hierbas y especias en la dieta sobrecargan considerablemente estos órganos. Esto se debe a que generalmente están involucrados en el metabolismo de las sustancias contenidas en las hierbas.
Los preparados y algunos medicamentos a base de extractos de hierbas pueden causar efectos secundarios en la misma medida que los medicamentos de origen semisintético o sintético. Por lo tanto, lea el prospecto antes de usarlo o consulte a su médico. Lo mismo aplica para personas alérgicas y mujeres embarazadas. Especialmente las mujeres deben elegirlos con mucho cuidado. Además, las sustancias contenidas en las hierbas pueden interactuar, por ejemplo, con medicamentos inmunosupresores, antidiabéticos o anticoagulantes. Si toma medicamentos regularmente, también en este caso debe consultar a su médico.
Resumen
Las hierbas y especias son el tesoro de la Madre Naturaleza. Es sorprendente cuántas propiedades beneficiosas pueden aportar. Se utilizan en la cocina, en la medicina, en la aromaterapia, pero también en perfumes y cosméticos. Recordemos que dondequiera que haya principios activos, existe el riesgo de complicaciones por sobredosis. Por lo tanto, elijamos las hierbas con cuidado. Que sean un complemento a la alimentación y no un ingrediente milagroso que cure todas las enfermedades.
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